Cómo proteger nuestro edificio de las inclemencias meteorológicas.
Recientemente hemos sufrido las consecuencias de las fuertes lluvias y otras inclemencias meteorológicas provocadas por la DANA que afectó a numerosas ciudades y municipios. Si bien es cierto que es frecuente que, finalizando el verano, se produzcan estos fenómenos, la realidad es que en la actualidad presentan una mayor virulencia e intensidad, provocando importantes daños en infraestructuras, viviendas y edificios, y lamentablemente ocasionando la pérdida de vidas humanas.
Por ello, incluimos a continuación algunas recomendaciones que nos pueden ayudar a prevenir daños de todo tipo y problemas en nuestros edificios y viviendas, provocados por estas inclemencias meteorológicas:
Limpieza de las instalaciones de recogida de agua, revisar y limpiar canalones, desagües, bajantes, sumideros de patios, azoteas, garajes, zonas exteriores…
Inspeccionar el tejado, verificar que los elementos de la cubierta (tejas, lucernarios, antenas, etc.) estén bien asegurados en su anclaje para evitar roturas y desprendimientos que provoquen la entrada de agua en el inmueble.
Revisar las fachadas en busca de elementos como, por ejemplo, cornisas en mal estado que puedan desprender cascotes en caso de lluvia o viento. Si alguna fachada cuenta con carteles publicitarios, hay que revisar que estén bien anclados.
En garajes y sótanos, zonas que suelen resultar muy afectadas, revisar el sistema de bombeo para extraer agua, asegurándonos de su correcto funcionamiento.
En el caso de balcones, azoteas, patios y zonas ajardinadas, revisar estos espacios para recoger todos los objetos susceptibles de causar perjuicios y daños, taponar sumideros, etc. Mantener recogidos los toldos.
Es importante la limpieza del jardín, manteniendo limpia el área de restos vegetales para evitar atascar los sumideros y desagües.